Restaurante: Il Fragolino Due
Dirección: Calle Mosen Sorell, 2, 12001 Castellón de la Plana
Castellón de la Plana
Teléfono: 964 23 63 00
Il Fragolino Due es uno de los mil locales que podemos encontrar paseando y de manera inesperada por las estrechas calles que forman parte del caso antiguo de Castellón y que conforman un rica y variada oferta de ocio y gastronomía.
Desde Il Fragolino se definen a si mismos como un restaurante cuyos platos resultan de la hibridación de la comida española y la tradición culinaria italiana.
Nada más llegar, el personal nos recibe con la más amplia de sus sonrisas, y pese a ser sábado y tener el establecimiento totalmente lleno, hacen todo lo posible, y así nos lo hacen saber, por conseguirnos una mesa lo más pronto posible y que no tengamos que esperar.
Seguidamente, cuando ya estamos sentados, nos traen la carta rápidamente. Es imposible no percibir el ambiente que impera en el local y darse cuenta de que se trata de un restaurante familiar, al que acuden muchas familias y grupos de amigos con sus hijos. Los niños se hacen notar y es que el nivel acústico aumenta considerablemente cuando se encuentran en un lugar. También es destacable que la gente habla demasiado alto, lo que tiene repercusión en la velada ya que la experiencia no se desarrollará de manera tan tranquila como se esperaba.
Con este peculiar ambiente de fondo, nos disponemos a pedir los entrantes de la cena y nos decantamos por un montadito de bicuit de foie con mermelada de cebolla y otro de queso, anchoa y pimiento.
Pese a que a priori creemos que será un montadito pequeño, resulta todo lo contrario y nos llena más de lo que teníamos pensado.
Nos traen también el queso brie rebozado con distintas mermeladas como acompañamiento que también hemos pedido de entrante aunque aún estamos degustando el montadito, con un gesto de llevar a cabo un servicio demasiado rápido según mi punto de vista.
El queso brie también tiene unas proporciones considerables y además nos traen biscotes con los que untarlo y que le otorgan un aspecto más similar a una tapa.
Y para acabar, como plato principal pedimos unos deliciosos tortellini rellenos con salsa de setas, que nos sirvieron también en un gran plato, del cual sobraron, sin que pudiésemos remediarlo, gran parte de ellos ya que los platos pedidos con anterioridad fueron más grandes de lo que esperábamos.
Nos hubiese gustado pedir postre pero nos sentíamos demasiado saciados y preferimos ir a dar un paseo para bajar la comida. Cabe resaltar que el servicio y la comida fueron excelentes y que estuvieron salpicados por algunos de los «incidentes» comentados anteriormente. Pero esto nos animará a volver próximamente al local, pedir menos cantidad de comida e ir un día en el que el ambiente sea más tranquilo para poder disfrutar al máximo de la velada.
Por Soumaia Nejjar